Inteligencia Artificial, sí, ya nos empezamos a preocupar

Por: Andrés Rodríguez

Hablábamos anteriormente de la Inteligencia Artificial y cómo es que ha alcanzado funciones sorprendentes, es el futuro alcanzándonos.

Hoy en día las IAs podrían tener injerencia en muchas áreas de la vida cotidiana. Hablemos de unas cuantas y claro, a lo mejor el día de mañana podríamos hablar de más y más funciones que el día de hoy no estamos contemplando.

Comentábamos que las IA pueden generar imágenes con un nivel de realismo impresionante, con una calidad que pudiera ser difícil de distinguir de una imagen real. Vaya, el test de Turing queda obsoleto ante la IA del presente.

Hablemos de la clonación, el futuro es veloz. Claro, aún no llegamos a desarrollar todo el proceso genético y biológico para “copiar” a un ser humano, pero la IA abre un nuevo concepto de la clonación, para el cual aún no estamos todos preparados.

La IA necesita unas cuantas frases grabadas, unos cuantos gestos e información sobre una persona y voilá, puede hacer una clonación virtual de ella. Ya sea mediante voz o incluso por video, la IA puede hacerle creer a tus seres queridos que estás interactuando con ellos; podría suplantar tu identidad. Se vuelve crítico el tema, ya que estas clonaciones virtuales han logrado burlar no solo el test de Turing, sino también los complejos sistemas de seguridad de instituciones financieras.

Esto pone en la mesa de discusión el futuro de la seguridad, la identidad y la privacidad de las personas ¿quién estará a salvo en el futuro? ¿dónde empiezan los límites para esta nueva tecnología? ¿dónde empiezan nuestros límites para su uso? En proporciones, somos cavernícolas descubriendo el fuego.

Al momento de leer esta nota sería válido plantearse si en realidad su servidor lo ha escrito o si un conjunto de programas y algoritmos ha desarrollado este escrito.

Con esto, no ha habido complicación para involucrar las IA en el área del diseño gráfico. Creación de logos, videos, banners, páginas de internet… vaya, todo lo referente al marketing digital. Hoy en día es posible obtener muchos de estos servicios de una plataforma de IA con una calidad muy aceptable.

No sólo se involucra a las IA en acciones comunicativas y expositivas, también se ha involucrado su uso en el diseño industrial, se ha denunciado que aspirantes a puestos de diseñador industrial han elaborado o complementado sus portafolios de proyectos con elementos obtenidos de estas plataformas.

El diseño mecánico no se ha salvado de esta situación, ya que se han logrado obtener diseños de diversas piezas mecánicas de las IA, al momento, de funciones no tan complejas, cuyo correcto funcionamiento no depende de muchas variables críticas; a fin de cuentas, un paso lento (para nada lento), pero seguro.

Esto pone en la mesa de discusión el futuro de estas carreras y estos servicios ¿qué trabajo estará a salvo en el futuro? Interesante planteamiento que el periodista Andrés Oppenheimer abarca ampliamente y con un punto de vista muy bien contextualizado en su libro Sálvese quien pueda, recomiendo ampliamente su lectura.

Otro punto, les compartiré mi perspectiva sobre el arte. Para su servidor, la esencia del arte comprende la dificultad de su elaboración y los sentimientos y emociones que se logran expresar en él.

Partiendo de los cavernícolas armando estructuras primitivas para plasmar parte de su entorno con sangre y tintas obtenidas de las plantas, en las partes más altas de un muro en una cueva. El promedio de vida podía ser de 25 años, buscando sobrevivir todos los días, defendiéndose de los depredadores, buscando comida, refugio y calor. Aun así, se tomaban el tiempo, el esfuerzo y la dedicación de dejar a su paso las pinturas rupestres.

El arte no es un pasatiempo, es una necesidad. El arte son los seres humanos diciendo “Aquí estoy, estoy vivo, tengo sentimientos, emociones, gustos, disgustos, pienso, razono, imagino y sueño. No soy el primero ni seré el último, no eres el primero ni serás el último, pero puedes ver la historia que hemos recorrido, la historia que escribes y la historia que tenemos por delante.”

Para muestra, el David de Miguel Ángel no tendría el valor de la dedicación del tallado, el detalle magnífico en él, la majestuosa percepción, la visión y la pasión del artista sobre las formas en el cuerpo humano, que lo obligó a plasmarla de semejante forma; no tendría ese valor si una IA hubiera desarrollado el modelo digital y se hubiera materializado con un sistema de impresión 3D.

Eso es algo que muchas personas podrían hacer, con mucha menor dificultad y sin imprimir la vida que arranca la pasión del artista por lo que se plasma.

Con todo esto me dirigía precisamente al “arte” elaborado por las IA. Las IA pueden imprimir cualquier cosa, generar obras visuales, sonoras, etc., ante una lista de comandos establecidos por seres humanos. Con esto ¿dónde y cómo involucraremos a la creatividad y a la apreciación?

Si el uso de las IA logra tocar procesos cognitivos tan profundos, si permea en los procesos de pensamiento más complejos, si se infiltra en nuestro proceso de síntesis y razonamiento, tendríamos que renovar nuestra ciencia, inclusive nuestra filosofía.

No tenemos un velocímetro adecuado para saber a qué velocidad vamos, pero lo que resulta obvio es la necesidad de detenernos y evaluar la herramienta y el arma. Sí, ya empezamos a preocuparnos.

Nuestro primer paso como primeros espectadores, es aprender a identificar los productos procedentes de las IA, analizar archivos digitales sospechosos, poner atención especial en los detalles visuales y auditivos. Aún se pueden distinguir detalles y estructuras entre las imágenes, audios y videos de las IA, de las imágenes, audios y videos de “archivos naturales”. También podemos preguntar a los mismos sistemas de IA si ellos son los “autores” de dichos archivos.

Mantener regulada nuestra privacidad en redes sociales es un tema muy importante, ya que esta puede ser una fuente de información sensible y vulnerable de la que podrían hacer uso algunas plataformas y sus usuarios.

Puede existir el miedo, pero, como decíamos, somos cavernícolas descubriendo (en este contexto, creando) el fuego. Puede ser una de las herramientas que impulse nuestro desarrollo tecnológico a escenarios utópicos que no hemos siquiera imaginado, solo debemos ser cuidadosos de no quemarnos en el intento.

Fotografía: Reason Why

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