Por: Andrés Rodríguez
La tecnología sigue permeando más profundo en la vida cotidiana, avanza y la seguimos desarrollando a pasos descontrolados. Últimamente ha resonado mucho el desarrollo de las Inteligencias Artificiales (IA), un tema del que se hablaba hace años como un ente perteneciente a los problemas de la ciencia ficción.
Bueno, la realidad es que la modernidad ha alcanzado esa ciencia ficción. Como en los cómics, novelas y películas, las computadoras pueden “pensar” por sí mismas, procesar y optimizar sus algoritmos, “considerar” ciertas condiciones y “tomar decisiones” con base en la información que recopilan.
Y bien, ¿qué tan peligroso es eso? ¿debemos empezar a preocuparnos por la seguridad de la humanidad? ¿podrán las IA rebelarse, tomar control de las máquinas y esclavizar o eliminar a nuestra especie?
No tan rápido. Sí, debemos preocuparnos por la seguridad de la humanidad, pero aún se ve difícil que las IA se rebelen y tomen control del mundo. Vamos paso a paso, pero rápido, porque debemos llevarle el ritmo al desarrollo tecnológico.
El padre de la informática, Alan Turing, consideraba que, mediante una interacción de preguntas y respuestas abiertas entre una computadora y un ser humano, se podía determinar si una computadora era capaz de “pensar”; esto si la computadora podía hacerle creer al ser humano que está interactuando con otro ser humano.
Pues parece que esa prueba, el test de Turing, comienza a ser obsoleta.
Uno de los casos más sonados sobre el desarrollo de las IA es el del ChatGPT, desarrollado por la empresa OpenAI, el cuál es capaz de pasar la prueba de Turing, si el usuario no fuera consciente de que está frente a una computadora interactuando con un sistema artificial, fácilmente podría creer que se encuentra interactuando en un chat con otra persona.
Hasta este día, las IA son aún herramientas (cosa que pudiera cambiar en cualquier momento), utilizadas para el desarrollo de los vehículos autónomos o para el desarrollo de actividades “simples” o “repetitivas”. Un ejemplo de lo último es el uso de IA para la redacción de noticias, recopilación y procesamiento de información, creación de imágenes, etc.
Y si son herramientas, ¿cuál es el problema?
Como cualquier herramienta, su funcionalidad o peligro depende de las manos que las emplean. El desarrollo de las IA implica problemas éticos, morales y legales, que aparentemente van a un paso más lento.
Si la IA de un vehículo autónomo debe de tomar resolución entre salvar la vida de un peatón o la vida del pasajero, ¿qué decisión debe tomar? ¿y si se arriesga la vida del conductor humano de otro vehículo? A final de cuentas, la IA tomaría una determinación resultante del análisis y la estructura lógica de pensamiento que desarrolla un grupo de personas.
Las IA pueden recabar y procesar información, además de elaborar redacciones ¿y los ensayos y los reportes escolares? ¿qué evitará que los estudiantes de todos niveles obtengan sus tareas de estos sistemas de IA? ¿cómo se capacitarán los profesores para detectar estos trabajos apócrifos? ¿hasta dónde se puede permitir el uso de estas herramientas?
Al interactuar con una IA mediante un chat, ¿qué límites tendrán los temas de conversación? ¿qué control habrá para no vulnerar al usuario? ¿qué veracidad tendrá la información intercambiada?
Justo ese es otro tema clave, la veracidad. El mismo desarrollo tecnológico ha permitido que la comunicación alrededor del mundo sea casi inmediata, las noticias se difunden en cuestión de horas o minutos. El flujo masivo de información puede afectar resultados en procesos de elección democrática, puede afectar posturas políticas, puede impulsar o derogar leyes, etc.
Uno de los grandes problemas que devienen del uso de las IA, es precisamente la creación del contenido expositivo que se puede hacer, sin control, a voluntad del creador, en pro de sus únicas intenciones y sin conocimiento o consideración de las afectaciones que se pudieran causar.
¿Qué noticias debemos creer?
Si existen noticias redactadas pro IA y reportajes desarrollados y presentados por IA en audio y video con una convincente veracidad, ¿qué nos salva de las fake news? Si las noticias se acompañan de imágenes detalladas y claras del tema principal, con una impresionante cantidad de detalles que las hacen parecer reales, ¿cuál es el filtro?
Como en años anteriores, desde que vuelan las notas falsas e imágenes editadas en las redes sociales, es importante revisar siempre la firma de la información ¿quién lo presenta? ¿quién lo redacta? ¿qué fuentes de información se utilizaron? ¿cuántos medios informativos veraces lo comparten?
Existen muchas páginas de internet que nos ayudan a filtrar este tipo de información, en la que el usuario puede pegar el link de la noticia y esta es verificada por diversos servidores mediante la comparación con diferentes fuentes. Inclusive las mismas plataformas de IA pueden decirnos si dichas IA son las autoras de estas redacciones.
Algo que resulta esencial en el progreso de las IA, es el desarrollo de las leyes y regulaciones que limiten el buen uso de estas herramientas, que responsabilicen a los desarrolladores y a los usuarios de las consecuencias que acarré su uso y los productos que tengan de ellas.
Es muy importante comenzar a atacar los problemas emergentes del uso de nuevas herramientas y tecnologías, por ahora, el que resalta a primera vista es el que cualquier persona pueda manipular la percepción de la realidad mediante la manipulación y la creación de información. Debemos agudizar nuestro sentido de recepción informativa, nuestra síntesis, nuestro raciocinio para tener un buen juicio de la información que percibimos día con día.
Nos toca vivir este crecimiento y desarrollo del uso de las IA y mientras se regulan y acotan sus aplicaciones y funciones, nosotros debemos ser cuidadosos y hacer máximo uso de la característica que diferencia nuestra inteligencia orgánica de la inteligencia artificial, el uso de la razón y la conciencia.