Durante de los últimos años han estado muy sonados en noticias a nivel nacional e internacional casos de niños y jóvenes que cometen actos vandálicos y violentos a causa de los videojuegos. Pero ¿Cuánto de esto es cierto? ¿Quién es el responsable de esto realmente?
La organización encargada de clasificar los softwares de entretenimiento, ESRB (Entertainment Software Rating Board) en Estados Unidos se ha visto involucrada en cada suceso de violencia a “causa de los videojuegos”, pero realmente esta organización sin fines de lucro solo busca advertir al público del contenido de los juegos con diferentes clasificaciones que, por si mismas en más de una de ellas, marca el rango de edad de su publico objetivo. En México las clasificaciones son ligeramente diferentes:
- E (Everyone) Apto para todo público.
- E 10+ (Everyone 10 and up/Everyone) Todas las personas y mayores
de 10 años de edad.
- T (Teen) Adolescentes.
- M (Mature 17+) Maduro mayor a 17 años de edad.
- A (Adults only 18+) Solo para adultos mayores de 18 años de edad.
- RP (Raiting pending) Clasificacion pendiete.
Información extraída de la pagina oficial de las ESBR.
Estas “restricciones” son una advertencia más que clara para que los tutores estén al tanto de los que juegan, ven y consumen sus hijos.
En plataformas de streaming de videojuegos existen las restricciones de edad ya que, al ser plataformas a nivel mundial donde miles de personas transmiten contenido variado, no siempre son respetadas por cuentas pertenecientes a menores de edad.
La falta de supervisión a los menores durante su tiempo de diversión puede llegar a ocasionar un trauma o provocar un comportamiento agresivo por parte de los consumidores de contenido fuera de su categoría, o en algunos casos, llevar a un fanatismo excesivo, como el caso del niño en redes sociales, cuyo video se hizo viral por empeñar el titulo de propiedad de su casa para comprar diamantes de su videojuego en línea: https://youtu.be/oy8KscSwEyI
Dejando de lado el tono humorístico con el que fueron hechos estos videos (porque hay más de uno con esta temática), la situación puede llegar a volverse real, pues existe gente mayor de edad (entre 30 y 40 años) cuyo fanatismo puede llegar a ser extremo, esto no exonera a la juventud de cometer este tipo de actos para seguir con su adicción a los videojuegos, al contrario, ya que está comprobado que los videojuegos pueden convertirse en una adicción si no se regula su consumo y no se verifica la clasificación correspondiente.
Dejar la tecnología en manos de menores puede llegar a ser más perjudicial que beneficioso solo por mantener entretenidos a los niños. Y esto no solo ocurre con los videojuegos, el contenido subido de tono en series y películas puede llevar a los niños a tratar de imitar movimientos vistos en dichos formatos audiovisuales terminando en lesiones graves o peor aún.

La responsabilidad de un mayor hacia un menor fan de los videojuegos puede parecer sencilla; sin embargo, la línea entre “es solo un juego, no le pasa nada” y el “mejor busquemos algo apropiado para tu edad” puede ser invisible o ignorada por muchos, y debido a eso, más de un estudio desarrollador de videojuegos se ha visto afectado por demandas por desarrollar contenido violento o traumar las mentes jóvenes. Un ejemplo de estos es Rockstar, el estudio encargado del desarrollo de la famosa saga GTA.
Seamos conscientes y responsables de lo que consumen los menores en nuestro entorno cercano, y en dado caso de no saber, la investigación o el acercamiento a alguien que conozca del tema siempre será la mejor opción.